Una de las claves para nuestra felicidad y salud mental es la práctica de la gratitud. Durante las últimas décadas varias universidades norteamericanas han dedicado mucho tiempo a estudiar sus efectos, ya no solo emocionales, sino fisiológicos, de la práctica de la gratitud en personas. Mediante la observación de la actividad cerebral se ha comprobado que afecta a nuestro hipotálamo, que es responsable de la producción de hormonas y de la gestión del estrés. Por ello, si nos sentimos agradecidos de forma regular, esto nos ayuda a empatizar con los demás, a gestionar el estrés en nuestras vidas mejor, a reducir síntomas de ansiedad y de depresión, etc.
La gratitud es como un músculo que tenemos que ejercitar. En mi experiencia personal, cuanto más lo practico, más fácilmente valoro lo que tengo en mi vida. Mi práctica personal consiste, en siempre que puedo, escribir tres cosas por las que me siento agradecida. Otras veces me doy las gracias a mí misma después de haber practicado yoga, o medito específicamente centrándome en este sentimiento.
Con esta meditación he querido guiarte en una práctica sencilla en la que puedas comenzar a apreciar aquello que tienes en tu vida. No es necesario pensar en grandes cosas. A veces, me siento agradecida por tener una casa en la que me siento bien, o por el café que me he tomado por la mañana. Otras veces por oportunidades para aprender y crecer. Lo importante, como siempre digo, es seguir practicando, ejercitando ese músculo del agradecimiento.
Te dejo aquí dos formas de practicar la meditación, en YouTube o si prefieres, tienes el audio también.
Cuéntame qué te parece y si te animas, algo por lo que estés agradecido!
